9 de diciembre de 2021
- El acuerdo pone en riesgo y violenta los derechos humanos, el derecho a un medio ambiente sano y el principio de legalidad ya que genera una obligación hacia los y las servidoras públicas para realizar sus funciones de forma ilegal.
- Este acuerdo viola el principio de división de poderes, ya que pretende imponerse indebidamente sobre Leyes emanadas del Congreso de la Unión (art. 49 de La Constitución), así como también a diversos tratados y acuerdos internacionales.
- Al ser considerados los proyectos como asunto de Seguridad Nacional se permite al Gobierno reservar la información generada durante el tiempo que lo desee, lo que impide a la ciudadanía exigir justicia ambiental como lo establece el Acuerdo de Escazú.
- La sociedad civil, la academia, las organizaciones y la ciudadanía en general debe seguir impulsando y exigiendo otras visiones y otras lógicas de desarrollo que ayuden a revertir el marco del extractivismo, además de exigir la cero tolerancia a la violación de derechos humanos.